Como sabes desde Reciclaje y Gestión Medioambiental nos encargamos del almacenamiento y gestión de residuos. Dentro de esta tarea existe un punto muy importante, la gestión de los vertederos, y eso por eso que en el día de hoy te contamos qué tipos existen. 

Anteriormente ya hemos mencionando que los vertederos pueden ser controlados o incontrolados, pero en este vamos a centrarnos en explicar cómo funciona un vertedero de basura. 

Los desechos que generamos como sociedad en nuestro día a día acaban teniendo una segunda oportunidad gracias a toda la ayuda de los ciudadanos que separan los tipos de residuos en sus diferentes contenedores para ser reciclados.

Uno de los principales efectos que causan los vertederos es la contribución al aumento del cambio climático. Enterrar millones de toneladas de residuos en el suelo tiene un impacto negativo en el medio ambiente ya que pueden llegar a emitir a la atmósfera gases como el metano y el dióxido de carbono que provocan la subida de la temperatura de la tierra, así como contaminar las aguas subterráneas.

Dentro de los vertederos controlados, aquellos autorizados por las autoridades competentes y que cuentan con las infraestructuras necesarias, podemos diferenciar entre: 

Vertederos de residuos no peligrosos: incluyen residuos urbanos, residuos industriales y residuos domiciliarios como los que proceden de la limpieza urbana. 

Vertederos de residuos peligrosos: aquellos que tienen reacciones altamente exotérmicas cuando entran en contacto con otras sustancias.

Vertederos de residuos inertes: aquellos residuos que no sufren ningún tipo de transformaciones químicas, físicas o biológicas. 

Por otro lado, desafortunadamente existen los vertederos ilegales. Estos se  originan especialmente en países menos desarrollados por falta de un gobierno que gestione una adecuada recogida de residuos. Estos vertederos no tienen control de seguridad alguno que proteja el ecosistema ni la propia salud humana, por ello son peligrosos focos de contaminación y enfermedades.