De manera habitual en todos los centros de trabajo se generan diversos tipos de residuos. Es por este motivo que el consumo sostenible y uso responsable de estos recursos es clave para la contribución a la sostenibilidad de nuestro planeta.

Una buena gestión de los residuos a lo largo del proceso productivo trae consigo multitud de beneficios, tanto para la empresa como para el medio ambiente. Podríamos condensar esta serie de ventajas de la siguiente manera:

-Reducción de costes.

-Mayor aprovechamiento de las materias primas.

-Ayuda a la protección del medio ambiente.

-Mejora de la reputación e imagen de marca de la empresa.

-Disminución de la emisión de gases tóxicos.

Más allá de estos beneficios, también es importante conocer cómo podemos aplicar prácticas sostenibles en las empresas para poder conseguirlos.

1. Adquisición de residuos de mejor calidad. Mientras mayor sea la calidad de un producto, mayor será la vida útil de estos y, por consecuencia, menor será la frecuencia con la que la empresa tendrá que sustituirlos. 

2. Llevar a cabo una compra eficiente. Para no generar un exceso de residuos se ha de evitar comprar de esa manera, en exceso. Es primordial calcular bien la cantidad de materiales y recursos que se necesitarán, para evitar generar más residuos de lo debido. 

3. Instalación de filtros de aire o circuitos de aceite. Para reducir la emisión de gases tóxicos e impurezas. 

4. Buen control del inventario. Llevar a cabo un correcto control del inventario evitará que se desperdicien materias primas. De esta manera, se pueden controlar aquellos productos que se disponen en exceso, que están caducados o aquellos a los que no se les da uso. 

5. Sustitución de los embalajes desechables. Optar por embalajes que puedan ser retornables al proveedor en lugar de aquellos de un solo uso. 

6. Identificar y clasificar los residuos. Identificar los residuos, cuantificarlos y saber clasificarlos es uno de los procedimientos más importantes para su reducción. Sobre todo, cuando hablamos de residuos peligrosos, que requieren de unas medidas más complejas y específicas.