El pasado mes de noviembre se llevo a cabo en Glasgow la COP26, una cumbre climática en la que se reunieron más de 190 líderes mundiales y decenas de miles de representantes gubernamentales, empresas y ciudadanos. 

Con una duración de dos semanas, en esta Cumbre por el Clima se esperaba que los países volvieran con objetivos más exigentes y con compromisos de carácter vinculante. En gran medida, ese objetivo principal no se ha cumplido. No obstante, en algunos ámbitos, como la deforestación y los contratos de carbono, se han producido avances. Pero, en cierto modo, la ambición principal de la COP, que consistía en aumentar los niveles de compromiso de los distintos países, se ha aplazado hasta el año que viene en la COP de Egipto.

La Cumbre del Clima de París (COP21) que se celebró en el año 2015 consiguió sacar adelante el conocido como Acuerdo de París, un texto en el que cerca de 200 países firmantes se comprometían a que la temperatura media global no aumentara en más de 2ºC y en medida de lo posible se quedara en 1,5ºC pero no se obligaba a los países a tomar acciones concertadas para conseguirlo.

Desde entonces las Cumbres no han dado grandes avances, y en este caso, se esperaba que la COP26 de Glasgow pusiera en marcha los mecanismos ambiciosos de reducción de emisiones que evitaran seguir incrementando la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que tal y como indica la Organización Meteorológica Mundial, no dejan de aumentar.

Esta última Cumbre fracasó para muchos en el último momento, ya que la descarbonización pasó de ser obligatoria a finalmente “progresiva”, tras un acuerdo bilateral entre China e India que sorprendió a todos en el último momento.

Se espera que en la COP27 la sociedad mundial se ponga manos a la obra para seguir entre todos reduciendo nuestra huella de carbono con nuestra forma de vida, nuestra cesta de la compra y con cualquier actividad diaria.

Utilizar transportes públicos, evitar coger el coche para cualquier desplazamiento por corto que sea, reciclar… nos ayudaría a evitar arrojar a la atmósfera miles de toneladas de dióxido de carbono.