Para contribuir a crear un mejor planeta para las siguiente generaciones es importante contar con el compromiso de toda la sociedad en el campo del reciclaje para darle una nueva vida a los residuos. Esto último es lo que se conoce como economía circular.
Un reciente estudio del Instituto Internacional del Aluminio (IAI), situado en Reino Unido, sobre el reciclaje de tres materiales de envasado de bebidas (aluminio, vidrio y plástico PET), ha demostrado que las latas de aluminio son las que mejor apoyan una este tipo de economía.
El estudio analiza datos de diversos países (Brasil, China, Europa, Japón y Estados Unidos en concreto) y muestra que, en comparación con las latas de aluminio, más botellas de vidrio y plástico terminan en vertederos porque no se recolectan. Además, las pérdidas en el sistema de reciclaje, una vez recogidas, son tres veces superiores para las botellas de PET y vidrio que para las latas de aluminio.
Aunque a día de hoy ningún envase de bebida ha alcanzado todavía supotencial circular completo, el aluminio supera al vidrio y los plásticos (PET) en todas las etapas del sistema de gestión de residuos. Según Ramón Arratia, vicepresidente de Asuntos Públicos Globales de Ball Corporatio, este tipo de envase cuenta con un índice de eficiencia de clasificación, reprocesado y refundición del 90% en comparación con el vidrio (67%) y el PET (66%)”.
Debemos remontarnos a la década de 1950 para encontrar el origen de las latas de aluminio. Fueron producidas en masa por primera vez de la mano de la empresa Coors Brewing Company, con el objetivo de mejorar el sabor de la cerveza y aportar un packaging más sustentable que las latas de acero. Es un dato relevante saber que los resultados de este estudio reafirman esta idea de que el aluminio es un aliado medioambiental desde hace tantos años.