El agua es un bien que no todos los habitantes del planeta tienen a mano. Sin embargo, es necesario para sobrevivir. La escasez de agua afecta al 40% de la población mundial y en 2030 llegará al 50%. Es decir, casi la mitad de las personas de la Tierra tiene problemas para acceder a un recurso que en los países desarrollados se da por sentado y no se cuida.
Dado que el agua es un recurso finito pero renovable, recogerla y reutilizarla es primordial para favorecer la sostenibilidad del planeta. Desde la procedente del grifo hasta los restos a la hora de cocinar o el sobrante a la hora de regar las plantas, siempre existen opciones mejores que desechar este recurso. En este post vemos algunas formas para aprender cómo ahorrar agua en casa.
1. Recoger agua de la lluvia
La lluvia puede transformarse en agua útil de manera muy sencilla. Colocando cubos en el exterior o junto a canaletas y desagües podemos conseguir cantidades suficientes para regar las plantas, lavar el coche o fregar suelos exteriores.
2. Aprovecha la ducha
Al entrar en la ducha es común dejar correr el agua hasta que alcanza la temperatura que deseamos. Ponemos un pie en el cuarto de baño y abrimos el grifo mientras nos preparamos para entrar al plato de ducha o la bañera. Es en ese momento cuando podrías colocar un cubo bajo el grifo para recoger el agua fría, que además es potable, y utilizarla después para fregar los platos, cocer alimentos o para “tirar” de la cadena.
3. Recoger las aguas grises o de pozo
Las aguas grises o de pozo son las que restan cuando nos duchamos, lavamos la ropa o fregamos los cacharros. Reutilizarlas es más complicado, puesto que en estos procesos se suelen emplear productos químicos. No obstante, si no se ha utilizado ningún químico, se pueden usar para regar jardines o huertos.
4. Poner platos en las macetas
Un acto que nos permite reutilizar el agua de manera muy sencilla es el riego de plantas. Simplemente colocando un plato bajo las macetas podremos recoger el sobrante y emplearlo para cuidar otras plantas.