A estas alturas estamos más que seguros de que ya sabes en qué consiste el reciclaje, pero en esta ocasión queremos centrar nuestro post en el origen de este.

En primer lugar debemos definir el concepto de “reciclaje”, éste hace referencia a la reutilización de materiales, con el objetivo de disminuir el impacto ambiental que puede acarrear un mal uso de los residuos y el ahorro económico, al volver a utilizar recursos, que en muchas ocasiones se toman como inservibles pero que son realmente útiles.

Una vez conocido su significado pasamos a desgranar la palabra en si para conocer un poco más sobre su origen. “Reciclar” está formada por el prefijo -re- que significa nuevamente o reiterar. Por otro lado, también se compone de la palabra griega kyklos que hace referencia a círculos o ciclos, y de la cuál adquiere su significado -ciclar-.

Este término ha ido evolucionando con el paso de los años, aunque históricamente se conoce que el ser humano lleva reciclando desde la antigüedad, cuando se les daba una segunda utilidad a materiales como pieles y rocas. En la actualidad cuando hablamos de reciclaje nos estamos refiriendo al proceso por el cual convertimos residuos a los que se les da una segunda vida, y que pueden ser de cualquier tipo de material en nuevos productos. 

Pero, ¿cuándo comenzó el reciclaje tal y como lo conocemos hoy? La respuesta según los historiadores se encuentra en Japón sobre el año 1031. Fue entonces cuando se empezó a reciclar por primera vez el papel desechado, según los registros existentes. De todas maneras, se cree que en China ya se utilizaba anteriormente la recuperación del papel, pero no hay pruebas firmes que lo confirmen.

No fue hasta siglos más tarde, cuando alrededor del año 1850 aparecieron en Inglaterra los primeros recicladores profesionales. Estos se dedicaban a darle una segunda utilidad a las cenizas del carbón que tan demandadas eran en plena época de expansión de la ciudad de Londres.