Desde hace algún tiempo, los envases de los productos alimenticios que consumimos han evolucionado. Más allá de mostrar el código de barras, fecha de envasado o características sobre el producto adheridas al envase, también son unos indicadores de la calidad y seguridad alimentaria.

Es por esta razón, en que el post de hoy te contamos cuál es su funcionamiento y qué sistemas se emplean en ellos.

Los envases inteligentes o smart packaging son aquellos que monitorizan de alguna manera las condiciones del alimento que llevan en su interior, facilitando datos acerca de su calidad durante el almacenamiento y el transporte. 

Estos hacen referencia a varios aspectos del alimento envasado: 

  • aspectos microbiológicos
  • los procesos fisiológicos
  • los aspectos químicos
  • la infección del producto. 

Es decir, estos envases nos permiten interactuar con el producto y nos comunican información útil sobre las propiedades y el estado del mismo. 

El smart packaging tiene la capacidad de doblar la vida útil de muchos productos alimenticios. Este tipo de envases activos e inteligentes cuentan con una serie de indicadores para reflejar las condiciones en las que se encuentran los alimentos. 

A continuación te mostramos los sistemas inteligentes más importantes:

Indicadores de fugas: están basados en oxígeno y dióxido de carbono y pueden ser empleados para monitorizar el grado de calidad de los productos alimenticios.

Indicadores tiempo-temperatura: también conocidos por sus siglas en inglés TTI, controlan tanto el tiempo de conservación como la temperatura de los alimentos que envasan, y los incluyen en un solo elemento visual.

Indicadores de frescura: como el nombre indica, muestran el grado de frescura del producto envasado.

Indicadores de radiofrecuencia: se basan en etiquetas que contienen componentes electrónicos inteligentes que nos facilitan datos útiles para conocer, entre otros, la fecha de envasado y el precio, poniendo a nuestra disposición una gran cantidad de aplicaciones.