En Reciclaje y Gestión Medioambiental nos encargamos del tratamiento de residuos de una manera sostenible con el planeta, nuestras prácticas buscan minimizar al máximo los posibles impactos que la acción humana pueda tener en el entorno.
No solo se puede aplicar esta filosofía desde le punto de vista de las empresas y los residuos que éstas generan, sino también desde nuestros propios hogares. En anteriores ocasiones ya hemos mencionado prácticas como el reciclaje pero en este caso te contaremos una serie de consejos para aplicar en el ámbito culinario. Descubre cómo hacer que una actividad tan cotidiana como cocinar sea un práctica más sostenible.
1. Emplea alimentos que estén cerca de ti
Con esto nos referimos a que cuanto menos sea la distancia entre el productor y el consumidor final de los alimentos menos cantidad de consumo energético se empleara para a producción. Consumiendo producto local apoyamos la producción del área en la que vivimos.
2. Cuenta con la tecnología
A la hora de cocinar puedes optar por usar adelantos tecnológicos que contribuyen a la reducción de consumo energético como por ejemplo placas de inducción, ollas rápidas o express, con ellas reducirás el tiempo de cocinado.
3. No malgastes agua
Si cuentas con lavavajillas en tu cocina es momento de emplearlo, con él gastarás menos agua que con el grifo. También puedes instalar aireadores en los grifos, disminuyen el caudal de agua que sale.
4. Optimiza el tiempo de cocinar
Cuando cocines haz cantidad de forma que luego puedas conservarla en el frigorífico o en el congelador. De esta forma, disminuyes mucho la cantidad de energía que necesitas, con el beneficio económico que eso conlleva, y también ahorras tiempo para ti.
5. Planifica las comidas
Esto ayuda a ajustar el coste de la compra semanal, ya que si llevas una lista de productos, y te ciñes a ella evitas las compras impulsivas. Compras impulsivas que muchas veces se acaban echando a perder en la nevera, convirtiéndose en desperdicios alimentarios con los costes medioambientales que conllevan lo que no contribuye para nada a una cocina sostenible.