La instalación de puntos específicos para depositar medicamentos, los denominados puntos Sigre, han experimentado un aumento de su uso, cerrando 2018 con un 12,5% más de medicamentos reciclados, 103 gramos depositados por habitante al año.

La razón de ser de este sistema reside en ayudar al ciudadano a desprenderse de envases de medicamentos y restos de estos sin contaminar el medio ambiente. Además de esto, su objetivo también pasa por concienciar a la sociedad de la necesidad de no arrojar los envases vacíos o los restos de medicamentos caducados o que ya no se necesitan a la basura o por el desagüe de casa.

Los puntos Sigre están presentes en casi la totalidad de las farmacias españolas y en ellos se recogen todo tipo de envases de medicamentos, a excepción de material sanitario como agujas, radiografías, gasas, o termómetros. 

Debemos decir que esta propuesta ha sido tan efectiva tanto en la depositación de envases vacíos como de medicamentos ya no válidos, con lo que podemos hacernos una día de que la concienciación de la sociedad española en relación a este tema comienza a ser creciente.

Como decimos, el aumento de los resultados favorables de este sistema durante el año pasado han provocado que España se sitúe en la media alta en Europa en recogida de este tipo de residuos. A nivel autonómico, las comunidades que han experimentado un mayor crecimiento son  Navarra, Aragón, Cataluña, País Vasco, Galicia y Madrid. 

Una vez que este tipo de productos han sido depositados, vaciados y descontaminados, comienza su proceso de clasificación por materiales (papel y cartón, vidrio, plástico, etc.) para su posterior reciclado. 

En palabras de Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre Medicamento y Medio Ambiente, debemos estar orgullosos de este sistema ya que está siendo tomado como referencia en otros países, claro indicador de su alta efectividad en la reducción de la contaminación.